A los 69 años murió Zalo Reyes, cantante nacional ampliamente conocido como el “gorrión de Conchalí”.
Se trata de uno los íconos más populares de la música chilena, cultor de la música “cebolla” y que deja un legado de recordadas canciones románticas.
Su deceso ocurrió tras varios días en mal estado de salud a causa de la diabetes que sufrió por largos años, que incluso lo llevaron a estar internado y en coma inducido.
Zalo Reyes, llamado realmente Boris Leonardo González Reyes, popularizó canciones como “Mi prisionera”, “Una lágrima en la garganta”, “María Teresa y Danilo”, “Un ramito de violetas” y “Acorralado entre mis lágrimas”, las que aún suenan en las radios locales y siguen vivas en la memoria de la gente.
Si bien su carrera comenzó a fines de los 70, el peak de su fama lo alcanzó en los 80 luego de participar en programas televisivos como Sábado Gigante y el Festival de la una, además de triunfar en el Festival de Viña del Mar de 1983.
Incluso, llegó hasta México invitado por el conductor Raúl Velasco, para participar de su show Siempre en domingo. Sin embargo, a pesar del éxito, decidió volverse a Chile para continuar su carrera.
Zalo Reyes debe su seudónimo a que, cuando realizó el servicio militar, tenía otro compañero de apellido González, por lo que le empezaron a decir Gonzalito y luego Zalito. Fue así que finalmente escogió Zalo y su segundo apellido para su nombre artístico. Una de sus ultima presentaciones fue realizada en Yelu Restorant de Conchalí
Según informó su familia, su cuerpo será velado en Conchalí, su comuna, desde el lunes en un lugar por confirmar.
Fuente: http://www.biobiochile.cl