Las autoridades ucranianas estiman que Rusia está agotando sus reservas de misiles de largo alcance, ante una segunda noche consecutiva de ataques masivos «kamikaze» con drones que apunta a un cambio de táctica en la ofensiva rusa para la invasión del país.
Más de 80 drones de impacto «Shahed-131/136» de producción iraní fueron lanzados por Rusia en las dos primeras noches de 2023, en su mayoría dirigidos contra Kiev.
Las fuerzas armadas ucranianas afirman que los 39 drones lanzados este lunes fueron derribados, pero no se pudo evitar por completo la destrucción de viviendas particulares y objetos de infraestructura.
Según el jefe de la administración militar regional, Oleksii Kuleba, en el último ataque quedaron dañadas once viviendas en dos distritos de la región, además de unas instalaciones de infraestructuras energéticas críticas. Como consecuencia, hubo cortes de electricidad de emergencia en la capital.
El portavoz de las fuerzas aéreas ucranianas, Yurit Ignat, atribuye el alto porcentaje de drones rusos derribados en la experiencia ganada en estos meses en guerra para contrarrestarlos, así como por el creciente uso de sistemas defensivos aportados por aliados occidentales.
No obstante, advirtió de que esos sistemas de defensa antiaérea «se están agotando», como lo hace la munición que precisan, a lo que se suma la necesidad de reparar los equipos.
Según Ignat, éste es precisamente el objetivo de los ataques con drones, además de atacar infraestructuras críticas e intentar romper el espíritu luchador de los ucranianos.
En la noche de Año Nuevo, los sistemas NASAMS se utilizaron tan intensamente que apenas hubo tiempo para recargarlos de misiles, reveló Ignat.
«Esto demuestra una vez más ante nuestros socios la eficacia de nuestros especialistas, que solo han recibido instrucción hace unas semanas, pero pueden utilizar equipos de combate de fabricación extranjera», añadió el portavoz. Hay aún munición, pero se necesitan más unidades de esas armas.
SISTEMAS DE DEFENSA
El experto militar ucraniano Sergiy Grabskyi subrayó a EFE que el país necesita sistemas de defensa antiaérea de diferentes tipos para crear un escudo multinivel de «protección de su cielo», que refuerce tanto su defensa antiaérea como la antimisiles.
También señaló que tendría más sentido, incluso desde el punto de vista de la rentabilidad, dotar a Ucrania de medios para atacar las bases militares rusas en el interior su territorio, lo que debilitaría la capacidad de Rusia para lanzar misiles o drones contra Ucrania.
Aunque anteriormente Rusia utilizaba drones para atacar por la noche, los ataques nunca fueron tan masivos y solían producirse cuando apuntaba la mañana. En este arranque de 2023, han comenzado a las diez o las once de la noche y han continuado hasta el alba.
Según Ignat, Rusia podría haber utilizado cien de los aproximadamente 250 drones que se estima recibió de Irán en diciembre. Su uso activo permite deducir que Rusia está probablemente segura de que va a recibir más de Irán.
USO DE DRONES DE MANERA MASIVA
Los drones son conocidos como «ciclomotores» debido al fuerte ruido de sus motores. Aunque se oyen fácilmente, son difíciles de detectar por radar.
También es más difícil divisarlos visualmente a tiempo, especialmente de noche. Se ha visto a grupos móviles del ejército ucraniano utilizar coches equipados con proyectores para ayudar a localizar drones en la noche de Kiev.
Su uso masivo también puede explicarse por la necesidad de acumular y preparar misiles de largo alcance mucho más caros. El representante de la inteligencia militar ucraniana Vadym Skibitskyi afirmó el domingo en la televisión ucraniana que Rusia sólo tenía misiles para lanzar otros dos o tres ataques masivos.
Aseguró que Rusia estaba especialmente escasa de misiles balísticos «Iskander», mientras que las reservas de los «Kalibr», X-101 y X-555 también se han agotado.
Hasta la fecha, Rusia ha llevado a cabo once ataques masivos contra infraestructuras críticas de todo el país con misiles y catorce con drones. Sigue utilizando a diario la artillería y la aviación para atacar infraestructuras en la primera línea.
No parece que hayan logrado minar la determinación ucraniana a seguir luchando. Según una encuesta hecha en diciembre por el Instituto Internacional de Sociología de Kiev, publicada este lunes, el 85 por ciento de la población cree que Ucrania no debe hacer ninguna concesión territorial a Rusia.
Fuente: www.cooperativa.cl